Las temperaturas récord que vivimos en los primeros meses de 2025 son parte de una tendencia global. El calor extremo no es una rareza y sus efectos sobre la salud humana son más profundos de lo que imaginamos. Aquí te explicamos cómo puede afectarte y qué puedes hacer para protegerte.
- El cuerpo tiene un límite
Aunque el cuerpo humano puede adaptarse al calor, llega un punto en que la combinación de temperatura y humedad impide enfriar el cuerpo con el sudor. Esto puede llevar al colapso térmico y la muerte si no se toman medidas. - Aumentan enfermedades inesperadas
Además del agotamiento y los golpes de calor, en los días más calurosos aumentan los casos de infecciones urinarias, cálculos renales, ataques cardíacos, asma y enfermedades renales, especialmente entre personas vulnerables. - Mayor riesgo en embarazadas
El calor eleva el riesgo de complicaciones en el embarazo, como partos prematuros. Esto se debe a que las mujeres embarazadas tienen más dificultad para regular la temperatura corporal y suelen estar más deshidratadas. - Las noches cálidas también dañan
Las altas temperaturas nocturnas impiden que el cuerpo se recupere del calor del día. Esto agrava riesgos de salud como el insomnio, la fatiga crónica y otras afecciones, incluso en personas sanas. - Peligro en los parques infantiles
Los juegos de metal o caucho expuestos al sol pueden convertirse en focos de calor. Los niños corren riesgo de quemaduras y deshidratación más rápido de lo que pensamos. - Mascotas en riesgo
Las mascotas también sufren con el calor. Es fundamental hidratarlas, pasearlas en horarios frescos y proteger sus patas del pavimento caliente. Estar atentos a signos como jadeo excesivo o letargo puede salvarles la vida. - Ventiladores y otros mitos
No todo lo que parece refrescante ayuda. Los ventiladores, por ejemplo, pueden empeorar la situación en climas muy secos o calurosos. Mejor mantener la casa fresca con cortinas cerradas, ventilación cruzada y baños con agua fría. - Añadir sal al agua
Sudamos minerales además de agua, por lo que una pizca de sal puede ayudar a reponer electrolitos. No hace falta recurrir a bebidas deportivas, pero tampoco hay que excederse con la sal. - Cuidado con el plástico
Las botellas plásticas expuestas al sol pueden liberar químicos en el agua. Es preferible usar botellas de vidrio o metálicas y no dejarlas al calor. - Evita saltar al agua helada
Aunque suena tentador, un chapuzón en agua muy fría durante una ola de calor puede ser peligroso. El choque térmico puede provocar desorientación o incluso ahogamiento. Si decides refrescarte así, usa chaleco salvavidas.