El aceite de aguacate se ha ganado un lugar en las alacenas y cocinas de México gracias a su versatilidad, beneficios nutricionales y sabor suave. De ser un producto poco conocido, ha pasado a convertirse en un aliado esencial tanto para cocineros caseros como para chefs profesionales. Este 2025, su uso se ha generalizado y ya no se percibe como una moda pasajera, sino como un estándar de cocina saludable.
Entre sus principales atributos se encuentra su riqueza en grasas monoinsaturadas, en particular el ácido oleico, que favorece la salud cardiovascular. También aporta antioxidantes como la vitamina E y la luteína, que ayudan a proteger la vista y reducir el impacto del estrés oxidativo. Su punto de humo alto —alrededor de 250 °C— lo hace ideal para cocciones que requieren temperaturas elevadas, como freír o asar, sin que se degraden sus propiedades.
México, líder mundial en producción de aguacates, también ha comenzado a destacar como exportador de su aceite, un sector que muestra un crecimiento sostenido. Proyecciones del mercado estiman que alcanzará un valor superior a los 52 millones de dólares en los próximos años. Su aceptación se debe en parte a su sabor neutro y su textura sedosa, que permiten usarlo en recetas que van desde aderezos hasta repostería. Sin embargo, no todo el aceite que se comercializa es puro: expertos advierten que es importante elegir marcas confiables, verificar etiquetas y buscar aceites prensados en frío, sin mezclas ni procesos industriales que alteren su calidad.