Amazon presentó recientemente Alexa+, una versión mejorada de su asistente con tecnología de inteligencia artificial generativa. Este avance llega tras años de expectativas y busca ponerse al día con otros modelos de IA como ChatGPT. Alexa, que hasta ahora se había quedado atrás frente a otros asistentes, se actualiza con un enfoque en los Modelos de Lenguaje de Gran Escala (LLM), una tecnología que promete mejorar la interacción con los usuarios de manera mucho más natural.
En sus primeras demostraciones, Alexa+ mostró cómo mejora la comprensión del contexto. Por ejemplo, si se le pide cambiar de altavoz al decir “voy a fregar los platos”, entiende que se va a la cocina y ajusta el dispositivo sin necesidad de detalles adicionales. Igualmente, puede manejar peticiones como “tengo frío”, encendiendo la calefacción o activando el dispositivo adecuado sin necesidad de explicaciones extra. Esta capacidad de adaptación a los contextos cotidianos mejora la experiencia de usuario, aunque aún hay dudas sobre su eficacia fuera de dispositivos con pantalla.
Otra de las grandes mejoras de Alexa+ es su capacidad para aprender y mejorar rápidamente, incorporando los mejores modelos de IA para cada tarea. Esto implica que el asistente continuará mejorando con el tiempo, lo que lo hace más versátil y eficiente frente a los limitados avances de la versión tradicional de Alexa. También se integrará con otras plataformas, como Suno AI, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades, como la creación de canciones personalizadas.
Sin embargo, Alexa+ tiene varios puntos a favor y en contra. Su disponibilidad será limitada inicialmente a EE. UU., y aunque se espera una expansión a otros países, no hay una fecha definida para su llegada a mercados como el español. Además, las demostraciones fueron limitadas, lo que dejó a algunos asistentes sin la oportunidad de probar directamente el producto.