Un hombre fue asesinado a disparos dentro de la parroquia de San Judas Tadeo en Zapopan la noche del 6 de marzo, mientras que una mujer resultó herida por un rozón de bala en el hombro. Según los reportes, el hombre y la mujer fueron atacados mientras se encontraban en el templo, ubicado en la colonia Centinela. Aunque el hombre fue trasladado con vida en una ambulancia, murió mientras era atendido debido a las múltiples heridas de bala en su torso y abdomen. La mujer, por su parte, sufrió una lesión menor en el hombro derecho.
La violencia en un lugar tan simbólico como una iglesia ha generado gran preocupación, ya que estos espacios, que tradicionalmente se perciben como seguros, no son inmunes a la violencia armada. Los detalles sobre el móvil del crimen y la identidad de los agresores aún no han sido revelados, lo que aumenta el desconcierto en la comunidad. No se sabe si las víctimas tenían alguna relación entre sí o si el ataque fue dirigido específicamente hacia ellas.
Este incidente pone de relieve las dificultades que enfrentan los servicios de emergencia en situaciones de violencia extrema, ya que el hombre no logró sobrevivir a pesar de los esfuerzos médicos. Además, la falta de información clara sobre el caso genera desconfianza en la transparencia de las investigaciones y en la capacidad de las autoridades para resolver crímenes de esta naturaleza.