El gobierno de China respondió con firmeza a los nuevos aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a sus recientes declaraciones contra el país asiático.
A través de su vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, China expresó su rechazo a lo que considera actos de intimidación, y advirtió que no permitirá que se vulneren sus intereses ni el derecho de su población al desarrollo.
Lin Jian afirmó que los chinos no buscan confrontaciones, pero están preparados para responder si se les desafía, e incluso aseguró que, ante la falta de disposición por parte del gobierno estadounidense para entablar un diálogo serio y equitativo, China está preparada para afrontar una guerra comercial si las circunstancias lo exigen.
La tensión se incrementó tras la amenaza de aplicar aranceles superiores al 100 por ciento a productos chinos, medida que podría entrar en vigor el 9 de abril.