La Comisión Federal de Comercio (FTC) ha abierto una amplia investigación para determinar si Microsoft ha incurrido en prácticas comerciales que violan las leyes de competencia, centrándose especialmente en la forma en que agrupa productos de Office con servicios de ciberseguridad y computación en la nube.
Dichas tácticas han llamado la atención a raíz de reportes que señalan cómo la compañía habría extendido su alcance en el ámbito federal tras ofrecer temporalmente mejoras gratuitas de seguridad en sus paquetes de licencias, lo que habría forzado a agencias gubernamentales a depender de sus soluciones una vez finalizado el período de prueba.
El incidente más destacado gira en torno al ataque SolarWinds, un ciberataque masivo en el que fallas de seguridad de la propia Microsoft habrían facilitado la intrusión en agencias y entidades gubernamentales de gran relevancia.
Algunos expertos consideran que, a pesar de estos problemas, la empresa salió fortalecida al vender servicios adicionales de ciberseguridad y computación en la nube. Esto, según las fuentes, sería una demostración del “poder excesivo” de Microsoft, tema que la FTC y algunos legisladores federales ven con recelo.
La agencia ha remitido a la compañía una demanda de investigación civil, solicitando información y documentos que profundicen en sus prácticas de empaquetamiento de servicios, un modelo que la tecnológica ya había implementado en su momento con el sistema operativo Windows y que generó precedentes en materia antimonopolio.
El futuro de esta investigación dependerá del nuevo liderazgo de la FTC, anunciado por la próxima administración, que busca reforzar la vigilancia sobre el poder de mercado de las grandes corporaciones tecnológicas.