Un impresionante hallazgo en Oxfordshire, Reino Unido, ha revelado el rastro de dinosaurios más grande jamás encontrado en Gran Bretaña. Este descubrimiento muestra alrededor de 200 huellas con una antigüedad de casi 166 millones de años, ofreciendo una ventana única al pasado prehistórico. Las huellas, que se extienden a lo largo de 150 metros, pertenecen a dos especies: el cetiosaurio, un herbívoro de cuello largo, y el megalosaurio, un depredador bípedo ágil.
El hallazgo ocurrió de manera inesperada cuando Gary Johnson, un operario de cantera, descubrió una serie de protuberancias al limpiar una superficie de piedra caliza. Este descubrimiento fue excavado por más de 100 científicos, estudiantes y voluntarios, quienes capturaron 20,000 fotografías y crearon modelos 3D del sitio utilizando drones.
Una de las características más fascinantes de este descubrimiento es la intersección de las huellas de ambos dinosaurios en un área específica, lo que ofrece una instantánea única de su interacción. Las huellas no solo revelan sus movimientos, sino también detalles sobre su comportamiento en su entorno natural.
Aunque aún no se resuelve el misterio de cómo estas huellas han sobrevivido durante millones de años, los científicos sugieren que un evento catastrófico, como una tormenta, pudo haber cubierto las huellas con sedimentos, preservándolas.
