Al menos 30 empacadoras de limón en Apatzingán, Michoacán, cerraron de manera indefinida debido a las constantes extorsiones del crimen organizado, que exige dos pesos por cada kilo de limón vendido. La Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) denunció la difícil situación que enfrentan trabajadores y empresarios del sector, lo que también llevó a la suspensión del Tianguis Limonero durante una semana, pese a la presencia de fuerzas de seguridad en la zona.
El presidente de la ACVA, Bernardo Bravo, informó a los productores sobre el cierre y les pidió coordinarse directamente con sus clientes. También criticó a las autoridades por responsabilizar a los limoneros de no presentar denuncias, cuando los grupos criminales ya cuentan con órdenes de aprehensión pendientes. Muchos productores temen represalias, lo que ha dificultado la acción legal en su contra.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció la preocupación del sector citrícola y admitió que la falta de denuncias se debe al miedo de los afectados. En respuesta, aseguró que el gobierno trabaja con la Secretaría de la Defensa Nacional para reforzar la seguridad y capturar a los responsables de las extorsiones.