Autoridades de Corea del Sur han revelado impactantes detalles sobre la confesión de una maestra de primaria de 40 años, quien admitió haber asesinado a una estudiante de ocho años en la ciudad de Daejeon. Según la investigación, la docente, cuya identidad no ha sido divulgada, confesó que eligió a su víctima al azar, motivada por frustraciones personales y conflictos en su lugar de trabajo.
El crimen ocurrió en un programa de cuidado después del horario escolar, donde la niña, identificada como Kim Ha Neul, fue atacada por la maestra. De acuerdo con el jefe de la estación de policía de Seobu, Yook Jong Myung, la sospechosa declaró que su resentimiento y problemas en el entorno laboral la llevaron a cometer el asesinato.
La maestra había enfrentado problemas de salud mental desde 2018. En diciembre pasado, tomó una licencia de seis meses por depresión, pero regresó a trabajar a finales del año. Durante el interrogatorio, explicó que su reintegración fue difícil y que se sintió excluida por sus compañeros. Según su declaración, solo tres días después de regresar, enfrentó obstáculos que le impedían desempeñar sus funciones normales. Dijo haberse sentido frustrada después de que compañeros le impidieran el ingreso al aula.
El crimen fue premeditado. La maestra compró un arma y planificó el ataque. El día de los hechos, esperó a que los estudiantes salieran del programa de cuidado, atrajo a Kim Ha Neul a una sala audiovisual ofreciéndole un libro, y allí la estranguló y apuñaló.
Lo más perturbador de su confesión fue que el ataque no tenía un motivo específico ni personal contra la víctima. Declaró ante los investigadores que no importaba quien, señalando que su único objetivo era acabar con la vida de un niño antes de intentar suicidarse.
Tras el asesinato, la maestra intentó quitarse la vida y actualmente se encuentra bajo atención médica en una unidad de cuidados intensivos tras someterse a una cirugía por las lesiones autoinfligidas.