El inicio de 2025 ha enfrentado a consumidores y comercios con alzas en productos sujetos al IEPS, así como en bienes que han incrementado costos de insumos o producción.
Este panorama, según estimaciones de organizaciones del comercio en pequeño y locatarios de mercados públicos, se traduce en una prolongada cuesta de enero que se extendería hasta febrero o marzo.
Misceláneas y tiendas de abarrotes reportan mayores costos en refrescos, bebidas saborizadas, pan, galletas, dulces, chocolates, cigarrillos y cervezas; todos ellos afectados por impuestos aplicados a partir del 1 de enero o por los aumentos en materia prima.
Además, en la canasta básica se detectan subidas de precio notables en huevo, carne de pollo y de cerdo, lo que impacta el poder adquisitivo y la competitividad de los comercios de barrio.
En productos básicos, las variaciones incluyen el kilo de huevo que ronda hasta los 50 pesos, mientras que la pechuga de pollo y la carne de cerdo también presentan incrementos significativos.
Estas circunstancias complican la rentabilidad de los pequeños negocios que, sin capacidad para ofrecer promociones o absorber costos, deben trasladar las nuevas tarifas al cliente final, generando un entorno de mayor dificultad económica para los sectores populares.