En Jacona, un perro callejero que activistas pretendían rescatar murió de forma atroz después de que le colocaran un petardo en el hocico, provocándole lesiones mortales en plena vía pública.
Los defensores de animales, al no recibir respuesta inmediata de la fiscalía regional ni del cuerpo de bomberos, llevaron el cuerpo ante las autoridades para solicitar una necropsia e iniciar una investigación, pero su petición no fue atendida.
Ante esta situación, anunciaron una manifestación para exigir justicia y el fin de la violencia contra los animales, invitando a la población a acudir vestida de blanco y acompañada de sus mascotas.
En Nahuatzen, un envenenamiento masivo de al menos veinte perros transformó la Nochebuena en una tragedia, situación que fue repudiada por diversas asociaciones y activistas de Maravatío, Uruapan, Zamora y Morelia, quienes criticaron la indiferencia de las autoridades y exigieron acciones inmediatas.
Posteriormente, la Fiscalía General del Estado de Michoacán inició averiguaciones y anunció que el cuerpo del perro de Jacona sería trasladado al Servicio Médico Forense para practicarle la necropsia y esclarecer los hechos.
Los primeros informes señalan la participación de una adolescente de 15 años que manipulaba un artefacto conocido como “barrenito” cuando el can se acercó y sufrió lesiones fatales. Dado que podría haber menores involucrados, el caso fue canalizado a la Fiscalía Especializada en Justicia Penal para Adolescentes.
Mientras tanto, activistas y organizaciones insisten en la urgencia de proteger a los animales en situación de calle y de castigar estos actos de crueldad para evitar que continúen ocurriendo.