El gobierno de Donald Trump ha instruido a dos agencias de inteligencia de EU, la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), a intensificar su monitoreo satelital en la región fronteriza con México. Esta acción forma parte de un esfuerzo más amplio para abordar la inmigración irregular y los cárteles de la droga en la zona.
Ambas agencias, que operan bajo el Departamento de Defensa, se encargarán de procesar imágenes satelitales para ser analizadas por el Pentágono y otros organismos de inteligencia. Esta decisión forma parte de una serie de medidas ejecutivas del presidente Trump, que incluyen el despliegue de tropas y el aumento de la militarización en la frontera sur del país.
Las autoridades aún no han especificado si las imágenes recopiladas también abarcarían territorio estadounidense. El nuevo enfoque podría incorporar tecnologías como la inteligencia artificial para identificar personas o actividades sospechosas a partir de las imágenes, un recurso previamente utilizado en zonas de conflicto internacional.
Sin embargo, la implementación de este sistema plantea interrogantes sobre las restricciones legales para la vigilancia de ciudadanos estadounidenses, un tema sensible dado el alcance potencial de la recopilación de datos.