En América Latina y el Caribe, el emprendimiento femenino está principalmente impulsado por la necesidad de generar más ingresos, según un estudio reciente de Mastercard. El 72% de las mujeres que inician un negocio lo hacen con el objetivo de mejorar su situación económica, mientras que otros factores como la independencia financiera (39%) y el ahorro para metas específicas (37%) también juegan un papel importante en su decisión.
El informe también resalta que, a pesar de los obstáculos financieros, casi la mitad de las mujeres en la región ya han emprendido un negocio, reflejando un creciente interés por parte de ellas para contribuir a la economía local. De hecho, el 76% de las mujeres tiene la intención de iniciar un negocio, lo que subraya un mayor involucramiento en la actividad empresarial en comparación con años anteriores.
Sin embargo, las dificultades siguen siendo evidentes: la falta de financiamiento sigue siendo uno de los obstáculos principales para las emprendedoras, además de las responsabilidades adicionales como el cuidado infantil. Entre los sectores con mayor presencia de emprendedoras se destacan los trabajos freelance y la venta en línea de productos propios, contribuyendo a la dinamización de la economía digital.
Para fortalecer la participación femenina en sectores estratégicos y, por lo tanto, en la economía global, los expertos señalan la importancia de impulsar la educación en áreas clave como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) desde edades tempranas. Programas especializados están buscando cerrar la brecha de género en estas disciplinas, promoviendo la equidad y fomentando la innovación económica en la región.