El conflicto entre las facciones del Cártel de Sinaloa, ‘Los Chapitos’ y ‘La Mayiza’, ha dejado un saldo significativo de armamento asegurado por las autoridades, particularmente en Sinaloa, donde las fuerzas federales han confiscado 703 armas desde el inicio de la batalla en septiembre de 2024.
La mayoría de estos armamentos provienen de Estados Unidos, con el 60.5% de las armas identificadas fabricadas en ese país.
Además, la Sedena ha recuperado una variedad de armas provenientes de diversas naciones como Austria, Rumania, China, Serbia, Alemania, Italia y Bélgica. Este armamento ha sido clave en el recrudecimiento de la violencia, especialmente en Culiacán, donde se han registrado más de 795 homicidios dolosos en los últimos cinco meses.
La creciente intensidad de los enfrentamientos ha incrementado significativamente las tasas de criminalidad en el estado, con una notoria alza en los asesinatos.
En conjunto con las armas, las autoridades también han incautado decenas de artefactos explosivos, lo que evidencia la escalada de violencia en la región.