El cristianismo se encuentra bajo una presión cada vez mayor en todo el mundo, según el informe “Índice de Persecución Global 2025”, publicado por International Christian Concern.
La organización destaca que factores como el extremismo islámico y el auge del autoritarismo han convertido a regiones como el Sahel en África, Afganistán, y Corea del Norte en zonas críticas para la fe cristiana.
Además, países tradicionalmente de mayoría cristiana, como Nicaragua y Venezuela, también han visto un aumento en la hostilidad hacia las comunidades religiosas críticas con sus gobiernos.
El uso de tecnología de vigilancia ha intensificado la persecución, con regímenes autoritarios implementando herramientas para monitorear y controlar a los creyentes.
En países como India y Pakistán, las redes sociales han sido utilizadas para incitar a la violencia contra comunidades cristianas, mientras que en América Latina, la opresión de disidentes religiosos sigue en aumento.
Expertos advierten que esta tendencia, combinada con inestabilidad global y avances tecnológicos, representa una amenaza significativa para la libertad religiosa en todo el mundo.