La pandemia de COVID-19 transformó significativamente los hábitos de consumo en México, modificando la manera en que las personas adquieren y preparan sus alimentos. Durante el confinamiento, la cocina en casa resurgió, pero el mayor cambio se reflejó en el crecimiento del delivery, que aumentó un 213% según Kantar. A la par, la preocupación por la salud y el bienestar impulsó la demanda de productos más saludables, con el 51% de los consumidores cambiando su alimentación hacia opciones más naturales y funcionales.
Además de la salud, la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en las decisiones de compra. Los consumidores mexicanos buscan productos con envases reciclables, ingredientes naturales y menor impacto ambiental. A diferencia de mercados como Francia, donde se priorizan los productos locales, en México la reducción de desperdicios y empaques sostenibles ha tomado mayor relevancia. Este cambio de mentalidad está reformando el mercado y la manera en que las marcas ofrecen sus productos.
Expertos señalan que estos nuevos hábitos llegaron para quedarse. La digitalización, el crecimiento de los servicios de entrega y la mayor conciencia sobre la salud y la sostenibilidad seguirán marcando la tendencia de consumo en México en los próximos años. Las empresas deberán adaptarse a estas nuevas exigencias del mercado post-pandemia para mantenerse competitivas y responder a las necesidades de un consumidor cada vez más informado y selectivo.