Según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), más de seis mil migrantes ya han sido contratados en sectores clave como el minero y automotriz, con empresas como Femsa liderando la iniciativa.
Ante la baja histórica del desempleo en México, de 2.7 %, las empresas ven esta fuerza laboral como una oportunidad para cubrir vacantes, especialmente en sectores que requieren personal bilingüe y capacitado.
Además, el CCE trabaja en conjunto con organismos gubernamentales y ONGs para acelerar la emisión de documentos necesarios para la integración laboral.
Por otro lado, cámaras empresariales como Canaco CDMX y Coparmex subrayan la importancia de aprovechar esta mano de obra para estimular la economía y responder a la escasez de personal, particularmente en comercio, turismo y servicios.
Sin embargo, otros sectores, como la industria de la transformación, advierten que el crecimiento económico limitado del país podría dificultar la generación de empleos adicionales.
Analistas consideran que una deportación masiva podría debilitar la economía estadounidense, mientras que México enfrenta el desafío de integrar a los deportados en un mercado laboral ya presionado.