Óscar Omar Hernández, un adolescente hondureño de 13 años que vivía en Estados Unidos y soñaba con ser futbolista profesional, fue hallado sin vida en una carretera del condado de Ventura, California. El principal sospechoso del crimen es su entrenador de fútbol, Mario Edgardo García Aquino, de 43 años, quien fue detenido y enfrenta cargos por asesinato agravado, lo que podría llevarlo a una condena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
La desaparición de Óscar fue reportada el 30 de marzo, luego de que saliera de su casa para dirigirse a Lancaster. La fiscalía también vincula al entrenador con otros casos de agresión sexual contra menores en 2022 y 2024, lo que ha agravado la acusación en su contra.
Además, el caso ha generado reacciones en el debate sobre la inmigración, ya que el sospechoso, originario de El Salvador, habría ingresado ilegalmente al país, y aunque el ICE ha solicitado su custodia, las leyes estatales podrían limitar la colaboración. Edgardo García Aquino era entrenador en el club juvenil Hurricane Valley, en Sylmar, y las autoridades investigan si contaba con las acreditaciones necesarias para trabajar con menores.