El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha reafirmado su compromiso de asegurar que Rafael Caro Quintero enfrente las consecuencias por la muerte del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, sin permitir que quede exento de castigo, ocurrido en 1985.
Tras casi cuatro décadas del crimen, el gobierno estadounidense busca que el capo mexicano enfrente la pena de muerte por su implicación en la muerte del agente, asegurando que no se puede asesinar a un miembro de la DEA sin que haya consecuencias.
El fiscal del Distrito Este de Nueva York, John Durham, destacó que, aunque hayan pasado muchos años, el asesinato de Camarena sigue siendo un acto inolvidable que no será olvidado.
Recordó cómo el agente fue torturado y asesinado bajo las órdenes de Caro Quintero, quien además es señalado como uno de los principales responsables del tráfico de drogas entre Colombia, México y los Estados Unidos.
El narcotraficante fue descrito como extremadamente violento, capaz de matar a cualquier persona que se interpusiera en su camino. Las autoridades estadounidenses, que recientemente recibieron a Caro Quintero tras su traslado desde México, continúan su lucha por la justicia, insistiendo en que enfrentará el peso de la ley por sus crímenes.