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La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha despertado inquietud en México, donde se teme que cumpla algunas de las amenazas que lanzó durante su campaña. Entre ellas, destacan un programa de deportación masiva, la imposición de aranceles, una postura más agresiva contra los cárteles, y la renegociación T-MEC. Aunque el gobierno mexicano ha respondido con cautela, expertos y exfuncionarios advierten que la administración de Claudia Sheinbaum debe prepararse para una relación aún más complicada.
Aunque algunas de las amenazas de Donald Trump parecen difíciles de ejecutar, México podría enfrentarse a una relación tensa y desafiante con el regreso del mandatario a la presidencia. Como advierte la exembajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, “no se puede ignorar a Trump” ni a un sector republicano que cada vez ve al territorio azteca menos como un socio y más como un peligro.
Donald Trump preocupar a millones de mexicano tras ganar la presidencia de Estados Unidos
En cuanto a migración, Donald Trump ha amenazado con la posibilidad de implementar una deportación masiva, una iniciativa que podría afectar hasta a un millón de personas en una primera fase, afectando a familias enteras. Si bien los costos logísticos de una deportación de tal magnitud serían inmensos, el presidente de Estados Unidos ya mostró en su primer mandato su voluntad de presionar al gobierno de Claudia Sheinbaum en este tema, por ejemplo, con el programa “Quédate en México“, que obligó a miles de migrantes a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos.
El combate al narcotráfico es otro punto de fricción. Donald Trump ha calificado a los cárteles mexicanos como una amenaza y sugirió, en tono alarmante, la posibilidad de realizar operaciones militares contra ellos. Aunque bombardear a los cárteles en territorio mexicano parece improbable por las implicaciones diplomáticas, el presidente norteamericano podría presionar a México para endurecer sus políticas de combate al narcotráfico y exigir la entrega de líderes clave. Su propuesta de confiscar bienes del narco en Estados Unidos es una medida que tiene más posibilidades de concretarse.
En el ámbito económico, Donald Trump ha advertido que presionará para modificar el T-MEC en la próxima revisión programada para 2026. Con el respaldo de un Senado controlado por republicanos y una posible mayoría en la Cámara de Representantes, tendría margen para insistir en cambios que beneficien a las empresas estadounidenses y que podrían limitar las oportunidades de crecimiento para México en sectores clave como la manufactura y la tecnología. Esta renegociación podría afectar los intereses de las empresas mexicanas que dependen del mercado estadounidense.
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