El gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos en la lucha contra los cárteles de drogas con nuevas medidas que van directamente hacia sus líderes y que incluyen la pena de muerte.
En un memorándum del Fiscal General emitido el 6 de febrero, se detallan acciones que priorizarán la persecución de mandos altos y medios dentro de las organizaciones criminales.
Entre las acciones destacadas se encuentran el uso de recursos para detener a los principales responsables, la implementación de penas capitales para ciertos crímenes y una serie de reformas legislativas, como la ampliación de las acusaciones relacionadas con el fentanilo y otras sustancias controladas.
Además, se destinarán más recursos a fuerzas de tarea existentes y se buscarán medidas como la deportación de migrantes criminales y la imposición de sanciones económicas.