Un niño de cinco años perdió la vida en una explosión ocurrida dentro de una cámara hiperbárica en una clínica de Michigan, un incidente que ha llevado a la detención de cuatro personas, entre ellas la fundadora del centro y varios colaboradores.
Las autoridades señalaron que una chispa habría provocado el incendio dentro de la cámara, un evento que casi siempre resulta fatal. La investigación apunta a que los responsables incurrieron en negligencia al no seguir los protocolos de seguridad establecidos para estos dispositivos.
Mientras la madre del menor resultó herida al intentar salvarlo, los acusados enfrentan cargos que van desde homicidio involuntario hasta asesinato en segundo grado.