La familia de Donna Major, asesinada durante un robo en Carolina del Sur en 2017, expresó su indignación tras la decisión del presidente Joe Biden de conmutar la sentencia de muerte del responsable, Brandon Council, por cadena perpetua. La medida, anunciada días antes de Navidad, dejó a la familia conmocionada y sintiéndose ignorada.
Según declaraciones de los familiares, Council disparó sin piedad a Major y a su compañera de trabajo, Kathryn Skeen, durante el asalto a un banco en Conway. “No le mostraron misericordia. Este hombre acabó con sus vidas sin siquiera dirigirse a ellas”, señaló Danny Jenkins, esposo de Donna.
El presidente Biden justificó la conmutación como parte de su compromiso con la moratoria de ejecuciones federales, argumentando que la pena de muerte no debe ser utilizada a nivel federal salvo en casos de terrorismo o crímenes de odio. Sin embargo, la familia de Major asegura que su opinión no fue tomada en cuenta.
“Es indignante que se haya tomado esta decisión sin escuchar a las víctimas”, lamentó Heather Turner, hija de Major, quien recordó haber enviado cartas solicitando ser escuchados. La única respuesta que recibieron, afirmó, fue una reunión virtual de 10 minutos que consideraron insuficiente.
Aunque algunos respaldan la medida como un acto de compasión, los familiares de las víctimas calificaron la decisión como insensible hacia quienes perdieron a sus seres queridos y cuestionaron la falta de justicia para las víctimas de crímenes atroces como este.