El gobernador de Nuevo León, Samuel García, propuso una reforma al Código Penal para endurecer las penas contra quienes provoquen incendios en el estado. De aprobarse la iniciativa, la condena podría aumentar hasta 15 años de prisión, lo que impediría que los responsables salgan bajo fianza. Actualmente, la sanción por este delito oscila entre uno y nueve años de cárcel, pero el Gobierno busca implementar castigos más severos y multas más altas.
Durante la sesión de la Comisión Ambiental Metropolitana, en la que participaron varios alcaldes, se discutieron medidas para prevenir incendios y reducir la contaminación. Entre ellas, se mencionó la necesidad de reforzar el cumplimiento de reglamentos para evitar tiraderos clandestinos en ríos y arroyos, así como la limpieza de lotes baldíos que representan un riesgo de incendio.
Además, se planteó la implementación de operativos para detectar y sancionar fuentes móviles de contaminación, como vehículos altamente contaminantes. Estas acciones forman parte de una estrategia integral del gobierno estatal para mejorar la calidad del aire y prevenir desastres ambientales en Nuevo León.