Priscila Heldes, estrella del voleibol brasileño, sorprendió al mundo deportivo al entrar a la cancha con seis meses de embarazo en un partido decisivo de la Superliga Femenina. A sus 33 años y con una evidente pancita, la colocadora del Fluminense no solo jugó, sino que lo hizo con toda la garra, demostrando que la maternidad no la detiene.
El duelo era clave: el Fluminense se enfrentaba al Sesi Bauru en los cuartos de final. Aunque su equipo fue eliminado, fue Priscila quien se llevó todas las miradas por su entrega y determinación. A través de sus redes, la jugadora respondió a las críticas con firmeza, recordando que muchas mujeres también trabajan durante el embarazo y que cada caso es distinto.
El gesto generó un mar de reacciones. Mientras muchas personas aplaudieron su valentía y pasión por el deporte, otros se mostraron preocupados por su salud y la del bebé. Lo que es innegable es que Priscila abrió un nuevo debate sobre los límites, y la libertad, de las mujeres embarazadas en el deporte profesional.