El Senado de la República aprobó la reforma constitucional promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir la reelección inmediata y el nepotismo electoral. Sin embargo, un cambio introducido por Morena y el Partido Verde pospone su aplicación hasta 2030, lo que permitirá que figuras políticas con vínculos familiares, como Ruth González Silva, puedan contender en las elecciones de 2027. La modificación, respaldada por los líderes parlamentarios Adán Augusto López Hernández y Manuel Velasco Coello, se justificó como un acuerdo dentro del bloque oficialista para preservar la unidad política.
El aplazamiento de la medida generó fuertes críticas de la oposición, que acusó a Morena de desvirtuar el propósito de la reforma. Senadores como Clemente Castañeda señalaron que, lejos de erradicar el nepotismo, la postergación permitirá que políticos con familiares en el poder mantengan sus aspiraciones para 2027. También se advirtió que la reelección no desaparece realmente, sino que se mantiene la práctica de alternar entre cargos para prolongar el control político.
A pesar del debate, la reforma establece restricciones para impedir que cargos públicos sean ocupados por familiares de actuales funcionarios y contempla mecanismos de fiscalización para garantizar su cumplimiento. Sin embargo, la decisión de postergar su entrada en vigor hasta 2030 ha generado dudas sobre su efectividad y ha dejado en evidencia que las negociaciones entre partidos han condicionado la lucha contra las dinastías políticas en México.