Hace casi 30 años, un trágico accidente en la sierra de Santiago marcó la vida de Esthela Plata Flores, la única sobreviviente de un choque en el que fallecieron 10 personas, incluidos sus hijos y sus padres.
La familia, originaria de Houston, Texas, había viajado a la Cola de Caballo para disfrutar de unas vacaciones cuando, al regresar por la carretera, el vehículo en el que viajaban perdió los frenos y cayó al precipicio.
El impacto expulsó a todos los pasajeros y dejó a Esthela gravemente herida, requiriendo una cirugía de 12 horas. Al despertar, recibió la devastadora noticia de que era la única que había sobrevivido.
Este caso ha resurgido en la memoria de los regiomontanos tras el reciente accidente en Santiago, Nuevo León, donde 12 personas perdieron la vida.