El gobierno de Donald Trump ha iniciado una operación de deportación masiva que incluye redadas en ciudades clave como San Diego y Chicago, consideradas centros de cruce migratorio y refugios para inmigrantes indocumentados.
Según informes oficiales, más de 500 personas han sido detenidas en los primeros días de esta campaña, incluyendo individuos vinculados a delitos.
Las imágenes divulgadas muestran a los migrantes deportados esposados de pies y manos, mientras son escoltados hacia vuelos que los regresan a sus países de origen.
Estas acciones refuerzan la postura de la administración de Trump sobre la inmigración y generan tensiones en comunidades que han prometido proteger a los indocumentados, desafiando las políticas federales.