En la ciudad de Hamilton, Canadá, al menos 80 autos de Tesla fueron vandalizados en lo que parece ser una reacción a las posturas políticas de Elon Musk, CEO de la compañía, quien ha mostrado su apoyo al presidente estadounidense Donald Trump. Los vehículos, que estaban estacionados en un concesionario, aparecieron con daños como rayones en la carrocería y ruedas pinchadas.
Este ataque coincide con el malestar creciente en Canadá debido a los aranceles impuestos por Donald Trump al acero y aluminio canadienses, sector clave en Hamilton. Este no es un incidente aislado, ya que vehículos de Tesla han sido objeto de vandalismo en diversas ocasiones desde el inicio de la guerra comercial entre ambos países.
La situación ha escalado hasta el punto de que el Salón del Automóvil de Vancouver decidió no incluir autos de Tesla en su exhibición por motivos de seguridad, y en Montreal, dos personas fueron detenidas por pintar un Tesla en protesta.
Además, en respuesta a las tensiones comerciales, el gobierno regional de Columbia Británica suspendió algunos subsidios a los compradores de Tesla, mientras que en Ontario se suspendió un contrato con Starlink, otra de las compañías de Elon Musk.
Incluso, un diputado canadiense ha lanzado una petición para revocar la ciudadanía canadiense de Elon Musk, que ya ha alcanzado más de 370,000 firmas.