La tensión en Red Bull está al tope. Max Verstappen, quien ha dominado la F1 en los últimos años, ya no está nada feliz con su escudería. La falta de resultados, los errores en el monoplaza y la poca consistencia del equipo desde la salida de Checo Pérez lo tienen al límite. Tanto así, que ya se habla de una posible salida del campeón neerlandés al final de la temporada.
Durante el reciente Gran Premio de Bahréin, Verstappen no se guardó nada: se quejó por radio de problemas con los frenos y el sobrecalentamiento del auto, y al terminar la carrera, dijo sin filtros que ‘todo salió mal’. Su enojo fue evidente, y la cereza del pastel fue ver a su manager discutiendo fuertemente con Helmut Marko en el paddock. Mientras tanto, Red Bull sigue sin encontrar a un segundo piloto que funcione, después del fugaz paso de Liam Lawson y el regreso de Yuki Tsunoda.
Aunque tiene contrato hasta 2028, Verstappen podría hacer uso de una cláusula de salida si el equipo no le garantiza un coche competitivo. Tras quedar en tercer lugar del campeonato tras el triunfo de Piastri, ‘Mad Max’ necesita volver a subir al podio, empezando por Arabia Saudita. De lo contrario, el piloto podría decirle adiós a los Toros Rojos mucho antes de lo esperado.