Cinco años después del inicio de la pandemia, Wuhan busca dejar atrás el estigma del Covid-19 y seguir adelante.
La ciudad, que en 2020 fue el epicentro del virus, ha eliminado casi todas las huellas de aquellos días, incluyendo el hospital Huoshenshan, ahora vacío y oculto tras muros recién construidos.
El antiguo mercado de mariscos de Huanan, señalado como el posible origen del brote, permanece cerrado sin ningún memorial que recuerde la crisis sanitaria.
Mientras tanto, las autoridades prefieren destacar la rápida respuesta de la ciudad y el heroísmo del personal médico, dejando de lado las críticas sobre la falta de transparencia en los primeros días del brote.
En la actualidad, Wuhan rebosa actividad con mercados llenos, calles comerciales vibrantes y una población que, aunque no olvida lo vivido, se enfoca en seguir adelante.