Un creador de contenido en YouTube logró salvar su canal tras descubrir que un supuesto representante legal de Nintendo estaba presentando demandas de derechos de autor en su contra.
El YouTuber, conocido como Domtendo, vio en riesgo todo su trabajo al enfrentarse a varias notificaciones en virtud de la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA), que podrían haber provocado el cierre definitivo de su canal si continuaban.
Tras analizar detenidamente los correos que recibía, identificó indicios sospechosos: la dirección del remitente utilizaba un servicio de correo cifrado y no coincidía con las prácticas habituales de Nintendo.
Una consulta directa con la compañía confirmó que se trataba de un impostor, quien retiró sus reclamos cuando quedaron al descubierto las pruebas de falsificación.
Aunque el caso se resolvió con la marcha atrás del falso abogado, el incidente desató críticas hacia el sistema de YouTube para manejar reclamaciones de derechos de autor. El proceso desincentiva la defensa de los creadores, ya que los exponen a la posibilidad de perder sus canales si se acumulan varias notificaciones.
Situaciones como la vivida por Domtendo y otros afectados han reavivado el debate sobre la necesidad de que la plataforma refine sus políticas y habilite mecanismos más sólidos, evitando así que cualquiera pueda presentar reclamos infundados que arriesguen el trabajo de años de los YouTubers.