En una entrevista para el podcast de Roberto Martínez, la cantante Yuri compartió una anécdota de su infancia, cuando era la bailarina principal de una academia de ballet y se preparaba para un festival nacional.
Pese a que su maestro enfermó y inicialmente se cancelaría su participación, Yuri decidió preparar por su cuenta una compleja coreografía del jarabe tapatío, que requería bailar durante varios minutos en puntas sin descanso.
La dedicación de Yuri le pasó factura, pues, al no realizarse el pedicure necesario para cuidar sus pies, desarrolló una infección por tres uñas encarnadas.
Aunque su padre, médico pediatra, le advirtió que no podría bailar en ese estado, Yuri insistió en que le inyectara xilocaína en los dedos para no sentir dolor durante la presentación.
A pesar del riesgo, su determinación la llevó a participar, realizar la coreografía con éxito y ganar la competencia.
