El epidemiólogo Alejandro Macías anticipó que, debido a la intensa propagación de casos en Estados Unidos donde se estima que 1 de cada 50 habitantes se infectaron la última semana de diciembre, México podría enfrentar su primera ola de COVID-19 en 2025 dentro de algunas semanas.
Esta tendencia se alinea con los patrones observados en enero de años anteriores, como 2022 y 2023, cuando el número de contagios también mostró un importante incremento en territorio estadounidense.
Según el modelo Pandemic Mitigation Collaborative, la cercanía geográfica entre ambos países se traduce en un desfase de solo unas semanas para que los incrementos de casos en Estados Unidos tengan su reflejo en México.
Además de enero, los registros de años previos indican que en el mes de julio se ha presentado otro repunte significativo de contagios, un factor que las autoridades y la comunidad médica mexicana observan con atención para la pronta toma de medidas preventivas.