El cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, juega un papel crucial en nuestra salud física y emocional. Sin embargo, niveles elevados de cortisol pueden tener consecuencias negativas, como trastornos del sueño, fatiga y un sistema inmune debilitado.
Para mantener el cortisol bajo control, es fundamental establecer una rutina de sueño regular y adecuada. Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas por noche para evitar picos de cortisol.
Además, es importante mantener un horario regular de sueño, irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días. Esto ayuda a regular el ritmo circadiano y reduce la producción de cortisol durante la noche.
Para bajar el cortisol de manera efectiva, es importante combinar un sueño reparador con una alimentación saludable, ejercicio regular y un estilo de vida que ayude a contrarrestar el estrés.
Algunas estrategias adicionales incluyen dormir en un ambiente adecuado, evitar el estrés antes de dormir, practicar actividades relajantes como la meditación y aumentar la ingesta de alimentos ricos en Omega 3.