Australia ha dado un paso histórico en la protección de los koalas al aprobar la primera vacuna del mundo contra la clamidia, una enfermedad que está causando infertilidad y muerte en esta especie emblemática. El fármaco, desarrollado por la Universidad de la Costa del Sol en Queensland tras más de una década de investigación, demostró reducir en un 65% la mortalidad en poblaciones silvestres y disminuir notablemente los síntomas durante la edad reproductiva de los marsupiales.
El profesor Peter Timms, líder del proyecto, destacó que la vacuna de una sola dosis representa una herramienta clave para frenar la rápida propagación de la enfermedad, responsable de hasta la mitad de las muertes de koalas en diversas regiones de Australia. Con la aprobación oficial, ahora podrá aplicarse en hospitales de vida silvestre, clínicas veterinarias y directamente en el campo.
Sin embargo, el anuncio ha generado debate. Mientras organizaciones como el Consejo de Conservación de Queensland celebraron la medida como un avance crucial, la Australian Koala Foundation advirtió que los esfuerzos deberían centrarse en salvar el hábitat natural de los animales, el cual continúa desapareciendo debido a la urbanización y los incendios forestales.
El Ministro de Medio Ambiente, Murray Watt, explicó que el desarrollo contó con apoyo gubernamental mediante el programa Saving Koalas Fund, que destinó 76 millones de dólares australianos. Aun así, reconoció que los desafíos para la especie van más allá de las enfermedades, pues el cambio climático y la pérdida de hábitat siguen siendo amenazas latentes.
Los koalas están clasificados como especie en peligro en Queensland, Nueva Gales del Sur y el Territorio de la Capital Australiana. Estudios oficiales estiman que podrían extinguirse para 2050 si no se toman medidas urgentes. La llegada de esta vacuna marca un avance científico sin precedentes, pero la supervivencia a largo plazo de la especie dependerá también de la preservación de su entorno natural.