En cada esquina del Centro Histórico y Paseo de la Reforma, la llegada de septiembre se refleja en los colores patrios que decoran los puestos de artesanos y comerciantes. Máscaras de luchador, banderas tricolor, huaraches de piel y recuerdos mexicanos inundan las calles rumbo a la celebración del Grito de Independencia.
Don Roberto, uno de los vendedores, fabrica máscaras con acabados metálicos en tonos dorados y plateados. Aunque compite contra artículos de menor calidad, asegura que sus piezas se distinguen por los detalles y la durabilidad. Este año espera vender hasta 15 mil pesos en mercancía, aprovechando la temporada alta de las fiestas patrias.
Otros comerciantes como Josué, originario de Oaxaca, ofrecen blusas y vestidos bordados, mientras que Abigail, proveniente de Guerrero, vende huaraches, botas y bolsas de piel hechas por su familia. Sin embargo, la competencia y el regateo constante representan un reto que enfrentan todos los días en su labor.
A pesar de las dificultades, los vendedores mantienen la esperanza de que la noche del 15 de septiembre les traiga buenas ventas. Con sus productos, no solo decoran las calles, sino que mantienen vivas las tradiciones mexicanas que acompañan las fiestas patrias.